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Pocas veces en la vida se tiene la oportunidad de conectar una vocación con el trabajo y la vida personal. Y precisamente eso es lo que nos brinda Mercy Corps, donde el espíritu humanitario está presente en cada aspecto del día a día. 

Esta sensación la pudimos experimentar durante el proceso de visitas domiciliarias del componente de medios de vida del programa JovenPro en la zona rural del municipio de Valledupar (Cesar). En medio de esta jornada, evidenciamos el fortalecimiento de un grupo de emprendedores asentados en las comunidades indígenas de Atánquez, Haticos, Guatapurí y Chemesquemena. Más que proporcionar un capital semilla, una cartilla y unos materiales, sencillamente estábamos gestando un cambio sistémico en una comunidad mediante el respaldo a numerosos proyectos de vida. 

Nuestros recorridos iniciaban en las zonas más cercanas al casco urbano, para luego rodearnos de entornos de una belleza cada vez más exuberante: colinas, miradores, senderos, riachuelos y caminos empedrados, que debíamos atravesar a pie hasta llegar a los sitios donde los emprendedores tenían sus unidades productivas. En ellas encontrábamos auténticas muestras de esfuerzo por superarse, además de la vocación emprendedora, ya que nos ofrecían productos sumamente innovadores y atractivos de artesanías, accesorios, estampados, servicios de belleza y estética, así como cafés orgánicos, cacao, panela, cría de pollos y cerdos, entre otros.

A medida que nos adentrábamos en los senderos de estas comunidades su esencia se revelaba aún más, pues detrás de cada emprendedor se escondían numerosas historias de vida cargadas de tradición, arte, cultura y superación.  Es de recordar que estas comunidades conformadas por la etnia kankuama (“ guardianes del equilibrio del mundo " ), atravesaron períodos de violencia y segregación en décadas anteriores, al igual que la pérdida de gran parte de sus valores tradicionales debido a la occidentalización. 

Hoy, Mercy Corps a través de acciones del voluntariado de JovenPro y el componente de Protección y Género, está respaldando de manera transversal estos procesos de recuperación de tejido comunitario para que continúen dando frutos, con el fin de que cada voz se eleve como testimonio de resiliencia; y así, cada emprendedor se convierta en un portador de esperanza, desafiando las sombras del pasado con productos innovadores y con el genuino deseo de superarse.

Sin duda, nuestro trabajo se convierte en un catalizador para estos procesos de fortalecimiento de medios de vida, pues no se trata únicamente de apoyar proyectos individuales, sino que cada visita domiciliaria se transforma en un acto de solidaridad que va más allá de la entrega de una capacitación o recurso; es un compromiso continuo con impulsar la revitalización cultural y la reconstrucción del tejido social, la cual nos recuerda que, en este viaje hacia un mundo mejor, cada gesto de apoyo y cada paso adelante, cuenta. Creemos firmemente y con convicción, que un mundo mejor es posible.

 ¡Sigamos construyendo juntos!


Sindy Lopez, Oficial de Medios de Vida JovenPro

Cristhian Franco, Técnico de Medios de Vida JovenPro

Sara Montero, Oficial de Medios de Vida COL
 

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