HISTORIAS DE VIDA

Bella Hernández, una valiente emprendedora de origen venezolano, ha cautivado los corazones de su comunidad con su determinación y espíritu emprendedor. Con una historia llena de desafíos y resiliencia. Bella ha logrado convertir su sueño en realidad: ‘La Bendición de Dios’, una pequeña tienda de abarrotes que no solo ofrece productos de primera necesidad, sino también un trato cálido y humano a cada cliente.

Bella proviene de una familia humilde y trabajadora. Siendo la mayor de ocho hermanos, desde muy joven tuvo que trabajar para ayudar al sustento familiar. A  sus 16 años empezó a trabajar en una tienda local, donde adquirió experiencia en atención al cliente y tareas administrativas. A pesar de las dificultades económicas,no dejó de estudiar y se graduó como Técnica Superior en Administración en su natal Venezuela.

Sin embargo, la vida en el vecino país se volvió cada vez más difícil, especialmente cuando Bella quedó embarazada de su segundo hijo. La escasez de medicamentos y sus altos costos pusieron en riesgo su salud. Su esposo migró a Valledupar, en nororiente de Colombia,  en busca de un futuro mejor, ella y sus dos hijos se le unieron después.

El comienzo en Valledupar no fue fácil para Bella. La cultura y el entorno eran diferentes a lo que estaba acostumbrada en Venezuela. Sin embargo, la determinación y el amor por su familia la impulsaron a seguir adelante. Aunque su esposo no tardó en encontrar trabajo en un lavadero de motos, aún tenían muchos desafíos por delante.

La vida de Bella cambió cuando su hermana, quien ya se encontraba en Valledupar, le habló sobre Mercy Corps y el programa Joven Pro. Bella decidió inscribirse en busca de apoyo y oportunidades para emprender. Aunque al principio no tuvo contacto directo con la organización, en noviembre del 2022 recibió un mensaje invitándole a unirse al programa.

Desde entonces, Bella asegura que su vida dió un giro total.  El programa Joven Pro le ha brindado herramientas, conocimientos y una red de apoyo que le ha permitido crecer tanto a nivel personal como empresarial. Ahora asegura estar más cómoda para expresar sus sentimientos.  “Yo antes no hablaba con nadie, yo era antisocial (...) ahora, ahora tú me hablas y yo, ¡ay, sí, bienvenido, hola! Y yo eso lo aprendí a través de ese programa. Ser así, diferente”.

Emprender siempre fue un sueño en la vida de Bella. En Venezuela, enfrentó dificultades económicas y tuvo que vender pequeñas cantidades de productos básicos para sobrevivir. Pero fue en Valledupar donde la idea de tener su propia tienda tomó forma. Bella decidió llamarla ‘La Bendición de Dios’ porque considera que su emprendimiento es un regalo divino y una oportunidad para mejorar la vida de su familia.

Con el capital semilla proporcionado por Joven Pro, Bella invirtió en una vitrina y compró productos básicos como arroz, harina y productos de higiene personal. A medida que su negocio crecía, Bella se esforzaba por ofrecer una variedad de productos y servicios a sus clientes. “Todo lo que estoy invirtiendo, lo que invertí en ese entonces, la ganancia, yo la voy doblando, porque quiero ver la tienda más grande” , asegura Bella. Aunque inicialmente enfrentó escepticismo por parte de algunos vecinos y competencia de tiendas más grandes, su actitud positiva y su calidad de servicio conquistaron a la comunidad. 

El impacto de tener su propio emprendimiento se ha reflejado en su familia. Bella ha logrado proporcionar un sustento económico estable para sus hijos y ha podido cumplir sus deseos, como comprarles materiales escolares y juguetes. Incluso sus hijos han aprendido a colaborar y ahorrar, participando activamente en el negocio familiar.

Más allá del éxito emprendedor, Bella se ve a sí misma como una mujer empoderada y capaz de enfrentar cualquier desafío que se le presente. Su sueño es expandir su negocio y convertirlo en un supermercado completo, ofreciendo una amplia gama de productos y servicios. Además, Bella también desea seguir siendo una persona solidaria y servicial, brindando ayuda a aquellos que más lo necesitan.

En un futuro Bella se ve a sí misma como una emprendedora exitosa, capaz de mantener su negocio y asegurar el bienestar de su familia. “Mi sueño era esto. Es tener esto, es tener algo a futuro. Para mis hijos. Que ellos más adelante sigan con esto o con lo que ellos deseen” , y aunque no tiene planes inmediatos de regresar a Venezuela, desea visitar a su familia y ser agradecida con quienes la apoyaron en su camino hacia el éxito.

Bella Hernández es un ejemplo de valentía, perseverancia y pasión por servir a los demás. Su historia nos enseña que los sueños pueden hacerse realidad y que, con determinación y apoyo adecuado, se puede superar cualquier obstáculo. La bella pasión de servir de Bella Hernández es una inspiración para todos aquellos que buscan alcanzar sus metas.